Comer fruta y verdura a diario es muy sano y, además, no hay ninguna especie prohibida para su consumo según las leyes de kashrut (excepto los injertos). Hasta ahí todos de acuerdo, pero hay que hacer una serie de matices en cuanto a la limpieza de los mismos. Si un judío llega a comer, Di-s no lo permita, un solo gusano o insecto que se encuentre en sus alimentos sería como si estuviese transgrediendo toda la Torá. Por tanto, vamos a hablar aquí de un asunto bien serio, no simplemente de limpieza sanitaria de alimentos.
Cuando una persona decide comer un poco más saludable, o mucho más saludable, es muy común que decida comprar alimentos de cultivo orgánico. Hay muchos factores que incitan a elegir este tipo de frutas y verduras, el principal de los cuales es el menor o incluso nulo uso de pesticidas. Como saben, los pesticidas quedan impregnados en las frutas y verduras e, inevitablemente, consumimos una parte de los mismos cuando tomamos los frutos. Para evitar esto, cada día existen más granjas de cultivo ecológico que minimizan o incluso llegan a anular totalmente el uso de pesticidas. Las frutas y verduras que encontramos procedentes de este tipo de cultivo tienen un aspecto menos apetecible pero mejor sabor y aportes para la salud. Pero, cuidado, porque hay que ser más meticulosos para lavar este tipo de alimentos y eliminar cualquier insecto que con el resto de alimentos.
Cuando una persona decide comer un poco más saludable, o mucho más saludable, es muy común que decida comprar alimentos de cultivo orgánico. Hay muchos factores que incitan a elegir este tipo de frutas y verduras, el principal de los cuales es el menor o incluso nulo uso de pesticidas
En Israel es de lo más común comprar verduras que han sido cultivadas en arena o en cultivos hidropónicos. Normalmente las verduras que se cultivan de esta forma son las de hoja verde, que son las que tienen un riesgo más alto de contener insectos. La opinión está dividida entre aquellos que dicen que si se compra verduras de cultivo ecológico es prácticamente imposible eliminar cualquier rastro de insectos y aquellos que argumentan que los pesticidas que contienen las verduras cultivadas en arena o en cultivos hidropónicos son tan perjudiciales que no se deberían consumir. El debate está servido y va para largo.
Si alguna vez pasaron Pesaj fuera de Israel y debieron chequear hojas de lechuga para un seder numeroso, sabrán que es una ventaja considerable tener lechuga ya revisada y que tan solo necesita ser remojada en agua y jabón un tiempo y luego darle un chequeo rápido, en lugar de revisar durante horas hojas y hojas de lechuga que nunca acaban.
Es una decisión difícil escoger entre cultivo ecológico y alimentos libres de insectos. Cuando una transgresión tan grave está en juego, más vale pensarlo muy bien y lavar mejor aún las verduras.
En cuanto a alimentos con menos riesgo (aunque no exentos) de tener insectos, tal vez exista un camino intermedio. Hay determinadas frutas que son fumigadas con más ahínco que otras, como las manzanas, y que si se compran de cultivo ecológico tenemos menos riesgo de que tengan insectos y nos aseguramos de que no tendrán pesticidas. ¡Siempre conviene chequear por si acaso! En cambio, si tomamos la patata como ejemplo, no hace mucha diferencia en el producto la elección entre cultivo ecológico o regular pero sin embargo el bolsillo sí que notará la diferencia. La patata, a diferencia de la manzana que está a la intemperie, crece dentro de la tierra por lo que, aunque se usen pesticidas, esta absorbe igualmente todos los sustratos de la tierra así que no hay una gran diferencia entre patatas de cultivo ecológico frente a las de cultivo regular con uso de pesticidas.
En los últimos meses se han hecho virales los vídeos con fresas infestadas de insectos o cerezas llenas de gusanos, así que hay que estar siempre al tanto de las notificaciones de kashrut de la entidad local para cerciorarse de revisar todos los alimentos como corresponde. Muchas veces debemos renunciar a determinados placeres terrenales en pos de nuestro bienestar espiritual. Todo sacrificio tiene su recompensa y HaShem ha dispuesto tantos frutos entre los que elegir que no vamos a sufrir por hacer determinados cambios saludables para nuestra alma.