El gigante del espíritu

El terror y la intimidación a los que se enfrentaban quienes deseaban darles a sus hijos una educación judía en la Rusia comunista nos resulta bastante difícil de imaginar. ¿Qué tiene de malo en enseñarle a un niño su legado cultural? Lamentablemente, para los comunistas, educar a los niños en cualquier religión constituía una grave falta. En cualquier momento, uno podía ser llevado para ser “interrogado” y nunca más lo volvían a ver con vida. Los que tenían la suerte de sobrevivir a menudo tenían que pasar años en la cárcel o en campos de trabajos forzados por sus “crímenes”.

El terror y la intimidación a los que se enfrentaban quienes deseaban darles a sus hijos una educación judía en la Rusia comunista nos resulta bastante difícil de imaginar. ¿Qué tiene de malo en enseñarle a un niño su legado cultural?

Reb Herschel Tepliker permaneció en Uman hasta que absorbió completamente las ideas de Breslov y las hizo suyas y con el tiempo visitaría al Rav Yosef Yitzchak Schneersohn de Lubavitch. Cuando el Rebe notó el anhelo puro de Reb Herschel de ayudar a los demás, le encargó la tarea de abrir un jeder (escuela religiosa) clandestino en Polonoye.

 

Reb Herschel tuvo mucho éxito en esta tarea, encontrando profesores cualificados y eludiendo la mirada de las autoridades. Más tarde, cuando Reb Herschel se encontró en la misma ciudad que el Rebe Lubavitcher, le hizo una visita.

El procedimiento habitual era que los visitantes escribieran su petición personal en una nota, que el gabai le llevaba al Rebe. Rebe Herschel le explicó que no tenía ningún tipo de educación, ¡ni siquiera había terminado el jeder! Aunque conocía las letras hebreas, no sabía escribir en hebreo correcto, y sólo podía expresar sus deseos en yiddish. Cuando el gabai vio que la nota era apenas legible, se ofreció a leérsela al Rabino.

 

Ambos se quedaron muy asombrados por el contenido de la nota de este hombre sin estudios. Era la primera petición que el Rebe recibía en mucho tiempo que no mencionaba necesidades físicas. El Rebe y su gabai se maravillaron de la preocupación exclusiva de Reb Herschel por las necesidades de su alma. ¿Qué había transformado a este hombre sencillo en un gigante del espíritu, que sólo pedía ayuda al Rebe para aumentar su fe, sin pronunciar una sola súplica de ayuda para sobrevivir a las privaciones y peligros de la época?

 

Basado en Siaj Sarfey Kodesh VII, 230b