El Coronavirus

En medio de su confusión, sienten que Hashem se ha alejado de ellos

En el episodio del Becerro de Oro, los israelitas empiezan a pensar que no pueden obtener lo que necesitan de Hashem sin un intermediario, en este caso, un ídolo.

Pero no es que no crean en Hashem. Sí creen en Él, pero su angustia afecta su capacidad de recordar todos los milagros que Hashem les hizo cuando los sacó de Egipto. No están pensando en el cruce del Mar Muerto ni en el maná que les proveyó sustento en el desierto. Y ni siquiera recuerdan estar parados en el Monte Sinaí, tras haber tenido la tremenda experiencia de escuchar a Hashem…. Hay una especie de desconexión. En medio de su confusión, sienten que Hashem se ha alejado de ellos, que no los sustenta, y que tienen que hacer algo extraordinario para lograr lo que necesitan. Tienen que actuar, incluso si la acción va en contra de la lógica.

Pero no es que no crean en Hashem. Sí creen en Él, pero su angustia afecta su capacidad de recordar todos los milagros que Hashem les hizo cuando los sacó de Egipto

En la lección 62 del Likutey Moharán, el Rebe Najman explica que algunas personas creen que Hashem tiene que actuar por medio de un intermediario (fuerza, acción o autoridad intermediaria). Piensan que solamente pueden ganarse la vida si tienen el diploma exacto, las conexiones indicadas, y el trabajo perfecto. Si no, no sienten que van a obtener el sustento. Piensan que la persona enferma solamente puede curarse si consigue el mejor médico y los mejores remedios. Se olvidan de que Hashem es realmente quien está a cargo de todo.

 

Hashem creó un mundo en el cual el sistema impone que hagamos una hishtadlut, o sea, un esfuerzo, que hagamos actos materiales. O sea que vamos a trabajar para poder recibir el sueldo a fin de mes, que nos proporciona el dinero que necesitamos para vivir. Nos mantenemos al tanto de las noticias del Coronavirus, pensando si ese viaje que habíamos planeado realmente es necesario. Tomamos una dosis extra de vitaminas y nos lavamos las manos más seguido.

De hecho, Hashem no necesita pasar por todas estas fuerzas intermediarias, sino que Él puede darnos exactamente lo que necesitamos. Puede darnos casas y comida y protegernos hasta de las enfermedades más virulentas. El Rebe Najman enseña que debemos considerar estas acciones como algo importante y absolutamente necesario, debido a que esas acciones son ejercicios de emuná. El secreto consiste en rezar y pedirle a Hashem que nos supla todas nuestras carencias en forma directa, incluso cuando vamos a trabajar, cuando nos lavamos las manos, o cuando hacemos todo lo que tenemos que hacer en la vida cotidiana. Nosotros hacemos nuestra parte, recordando que es Hashem el que nos provee y nos da el sustento.

 

Que tengas un día en el que realmente sientas y creas que Hashem está allí a tu lado. Hashem es el Verdadero Curador.