Rebe Najman de Breslov enseñó…
“La paz cura. Cuando tu propio mundo está fracturado, aumenta tu conocimiento de Dios. Esto engendrará la paz interior.
Cuando el mundo exterior está fracturado, promueve la búsqueda de la verdad. Eso engendrará la paz universal”.
(La silla vacía* p. 28)
¿Qué significa esto para mí?
La palabra paz, shalom, indica lo que es shalem o completo; es el estado de plenitud. Cuando las distintas fuerzas de mi interior -ya sean físicas, emocionales o espirituales- están en conflicto, entonces sufro los distintos trastornos que me afligen. Si es mi cuerpo el que está desequilibrado, el sufrimiento es físico. Si mis inclinaciones y aspiraciones están en conflicto, el sufrimiento es emocional o espiritual. De cualquier manera, es una situación dolorosa.
El conocimiento de la unidad absoluta de Dios rompe la ilusión de división que existe en el mundo en general y también dentro de mí. Aumentar esa conciencia sana las fracturas que causan tanto sufrimiento a mí y al mundo.
El profeta Yeshayahu describió el futuro final, el período que sigue a la redención, como uno en el que, “El lobo morará con el cordero… No harán el mal ni causarán destrucción en todo Mi monte sagrado, porque la tierra se llenará de conocimiento de Dios como el agua cubre el lecho del mar”. Esa palabra “para” significa “porque”; porque el conocimiento de Dios impregnará completamente nuestro mundo, todo conflicto y división será sanado.
Una plegaria:
Querido Dios,
Amo de la paz,
ayuda a aumentar la paz entre todos los seres que existen en la tierra.
Que todo el odio y los celos, la competitividad y la lucha
cesen entre los seres humanos.
Infunde un profundo amor y paz entre todos
para que cada persona reconozca
el amor subyacente que nos tenemos unos a otros.
Esto es lo que nos unirá en un todo único.
(Likutei Tefilot 27)