Dvar Torá para Parashat Vaiera

הספרים של אברהם אבינו - פרשת השבוע לך לך

Basado en Sijot Haran (Sabiduría y Enseñanzas de Rabí Najman) #22

“Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham y envió a Lot en medio de la agitación…” (Génesis 19:29).

Un Midrash sobre este verso (Tanjuma, Vaiera #9) comenta: “Incluso cuando el Santo, el Bendito, está enojado, Él tiene compasión”. Inmediatamente continúa, “[En Shabat] uno puede salvar [de un incendio] el estuche de la Torá junto con la Torá, y el estuche de los tefilín con los tefilín.* Esto te enseña: Afortunados son los tzadikim y afortunados los que se aferran a ellos”. ¿Qué dice Rabi Najman acerca de aferrarse a los tzadikim? Dice aquí:

 

Es muy bueno ser digno de conectarse con un tzadik genuino. Con respecto a la era mesiánica, está escrito: “Asir los confines de la tierra y sacudir a los malvados de ella” (Job 38:13). Sin embargo, aquel que está conectado a un tzadik genuino puede aferrarse a él y sobrevivir. Debido a que está conectado y afiliado al tzadik, no será desechado junto con los malvados.

“Afortunados son los tzadikim y afortunados los que se aferran a ellos”.

Lo que le ocurre a Lot en la Parashá de esta semana es una buena demostración de esta enseñanza. Esto a pesar del hecho de que Lot había cambiado su estrecha conexión con Abraham Avinu por la codicia y la inmoralidad de Sodoma. Las lecciones que aprendió de Abraham Avinu le proveyeron a Lot una conexión vestigial con el tzadik. A pesar del riesgo mortal que suponía cometer el “delito de hospitalidad” en el mundo bizarro de Sodoma, Lot seguía buscando activamente huéspedes (Génesis 19:1; Rashi). Y cuando sus huéspedes hablaron negativamente del comportamiento despreciable de su ciudad adoptiva, Lot, de forma parecida a Abraham Avinu, intentó defender a los sodomitas (Bereshit Rabá 50:5).

אברהם אבינו כתב אלפי ספרים...

Ciertamente, nosotros que, a pesar de nuestras debilidades de la carne y la caída ocasional en el pozo de la codicia, buscamos activamente una conexión con Rabi Najman y otros tzadikim genuinos (pasados y presentes), podemos esperar y rezar para que nuestro agarre a ellos (y de ellos) sea siempre firme. Obsérvese que el “agarrar y sacudir” que sufrió Lot tuvo una relación directa con el Mashíaj. Como resultado de su salvación, Lot y su hija iniciaron el árbol genealógico que eventualmente daría nacimiento al Rey David, bisabuelo del Mashíaj.

¿Qué es esto de “agarrar y sacudir”? Es la manera que tiene Dios de llamar nuestra atención. Dios no quiere que ninguna de Sus creaciones sea culpable y sufra. Él quiere que sean lo mejor posible (Tanjuma, Vaiera #8). Por eso, durante 52 años, Dios hizo terremotos para despertar a los sodomitas (ibid. #10) -¡también eran Sus creaciones! Él no quería que los malvados murieran.

 

Una gran cantidad de sacudidas pre-Mashíaj han ocurrido en nuestra vida. El propósito de los desastres no es que los sobrevivientes y los observadores digan con justicia propia: “¡Esa gente era malvada! Tuvieron lo que se merecían”. Es para que nos sacudamos nuestro propio mal comportamiento. Como el Jafetz Jaim respondió a las noticias de un terremoto: “No sé lo que significa, pero sé que Dios nos está diciendo: ‘Hijos Míos, volved a Mí’”.

*Shabat 116b, Shuljan Aruj, Oraj Jaim 334:15