Curación y bendiciones en la comida

La bendición nos ayuda a acceder a la potencial energía de curación espiritual

 

Rebe Najman nos enseña que Hashem puede introducir el remedio para lo que nos duele en cualquier cosa.

 

¡Incluso el pan y el agua que comemos y bebemos pueden contener la energía curativa que nos hace falta!

 

Antes de comer, hacemos una brajá (bendición) sobre la comida. Dicha bendición nos ayuda a conectar la comida con su fuente (o sea, Hashem). En el proceso de recitar la bendición, estamos agradeciendo y reconociendo el hecho de que Hashem es la fuente de la comida. Además, el hecho de pronunciar una bendición hace que nos volvamos más conscientes de esa conexión. Si la comida es kasher *, entonces también contiene moléculas espirituales que se activan por medio de la brajá que recitamos.

 

Toda la curación proviene de Él. Incluso el pan y el agua tienen el potencial de curar.

 

Damos un mordisco, masticamos, tragamos y empezamos a digerir el alimento. La energía y los nutrientes del mismo comienzan a circular por el torrente sanguíneo. Una vez que hemos terminado de comer, recitamos la bendición posterior a la comida. Esta bendición es el catalizador del proceso de curación que tiene lugar mientras la comida está siendo digerida.

 

La bendición nos ayuda a acceder a la potencial energía de curación espiritual que proviene de Hashem. Al recitarla, hemos, por así decirlo, encendido el interruptor y eso es lo que hace que nos curemos.

 

Además de las bendiciones, además de las fórmulas y las palabras y la comida kasher, también es importante que tengamos emuná (fe) y bitajón (confianza) en que Hashem es la Verdadera Fuente de la Curación. Toda la curación proviene de Él. Incluso el pan y el agua tienen el potencial de curar.

 

* En términos generales, no se recita una bendición sobre comida no kasher. La energía espiritual no se encuentra en los alimentos que no son kasher y, por lo tanto, no puede activarse. Sin embargo, es posible que haya algunas excepciones a esta ley y en cada caso se debe consultar a un rabino ortodoxo para saber cómo proceder en tales circunstancias.