Cree en tu salvación

Enseñó Rebe Najman de Breslov:

 

Escribió Rebe Noson: “Tres veces al día recitamos la bendición: “Quien hace brotar las semillas de la salvación” y por eso tenemos que creer que todo lo que sucede en el mundo a nivel universal y hasta al nivel más particular representa la brotación de las semillas de la salvación. En el grado en el que uno fortalece su fe en esto, en ese mismo grado merecerá vivir la salvación real”.

 

Hojas que Curan

“Tres veces al día recitamos la bendición: “Quien hace brotar las semillas de la salvación” y por eso tenemos que creer que todo lo que sucede en el mundo a nivel universal y hasta al nivel más particular representa la brotación de las semillas de la salvación. En el grado en el que uno fortalece su fe en esto, en ese mismo grado merecerá vivir la salvación real”.

Qué significa esto para mí?

La redención es llamada “un proceso de salvación” y si alguien alguna vez vio una semilla haciendo la transición a brote, sabrá que entre lo primero y lo segundo hay un período en el que da la impresión de que se está echando a perder.

Ponemos una semilla en la tierra y mientras el núcleo interno junta fuerza para brotar, las capas externas se consumen para posibilitar el proceso. A primera vista, parecería que la semilla se está pudriendo pero por dentro, se está desarrollando el proceso de vida y de crecimiento.

El tratado de la Mishná que trata las leyes agriculturales se llama “Zeraim – Semillas”. Los Sabios lo apodan “Emuná – Fe”. Hace falta emuná para sembrar una semilla y nutrirla y hace falta fe en la sabiduría de la Providencia Divina para ver todo lo que nos sucede, dentro de nosotros y también a nuestro alrededor – y saber que es parte del proceso de salvación.

Una plegaria

 

Dios Compasivo,

Revela Tu Providencia Divina en la Creación

Renueva el mundo de manera tal

Que todos sepan que todos los sucesos

Reflejan únicamente la Providencia Divina

Y no los dictámenes de la naturaleza.

Te ofreceremos nuestra gratitud

Con una nueva canción

Por nuestra redención y por nuestra

Salvación espiritual

(La llama del corazón)