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Coraje para vivir

Autor: Ozer Bergman
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Un buen amigo mío niftar (falleció) la semana pasada. Fue algo repentino e inesperado, aunque tenía 65 años (no los aparentaba) y aunque tenía cáncer.

 

Bueno, además de que lo extraño y lo extrañaré mucho- fuimos chavrutas (compañeros de estudio) durante mucho tiempo, estoy un poco molesto. ¿Por qué? Bueno, no porque vaya a echarle de menos. Eso no es culpa suya. Pero lo que me molesta es que creo que podría haberse esforzado más por seguir vivo.

Bueno, además de que lo extraño y lo extrañaré mucho- fuimos chavrutas (compañeros de estudio) durante mucho tiempo, estoy un poco molesto. ¿Por qué? Bueno, no porque vaya a echarle de menos. Eso no es culpa suya. Pero lo que me molesta es que creo que podría haberse esforzado más por seguir vivo.

El Shabat después de que falleciera, yo voy de camino a la sinagoga y me cruzo con un amigo de Satmar. Me detiene y me pregunta: “¿Qué le pasó a tu amigo?”. Yo me encojo de hombros y respondo: “Tenía cáncer”. No hace falta decir nada más, ¿verdad? Eso ya lo dice todo. Entonces el jasid de Satmar me mira -él mide aproximadamente 1,70 metros y yo 1,80- y, al típico estilo judío, me responde:

 

“Si alguien tiene cáncer, ¿eso significa que tiene que morir?”

תתפלל במילים שלך איש מתפלל בכותל

Eso me hizo recapacitar. El Rebe Najman enseña una y otra vez: ¡No te rindas! ¡Nunca te desesperes! Un diagnóstico no es una sentencia de muerte. Ciertamente es un desafío. No puedo imaginarme lo que es escuchar a un médico diciéndome tal diagnóstico o cómo reaccionaría yo. He visto a mi querido compañero moverse más lentamente, le he oído contar lo débil que se sentía y el frío que tenía. No lo juzgo, obviamente, pero sigo pensando: “Si tan sólo hubiera hecho el intento…”.

 

Así aprendí un poco más sobre cómo y cuándo aplicar la enseñanza del Rebe Najman, que el Rebe nos dice que debemos ser valientes incluso ante la muerte. “Incluso si una espada se posa sobre tu cuello, no dejes de pedir compasión” (Berajot 10a). Es más fácil de decir que de hacer. Pero es un reto al que podemos enfrentarnos.

 

Hace falta valor para vivir.

 

 

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