El mundo entero está lleno de enfrentamientos. Las naciones se enfrentan las unas a las otras
Las disputas traen pobreza. Y evitan que la gente se cure. La paz trae curación y prosperidad al mundo (Likutey Moharán I, 277).
Cuando el mundo es afligido con guerras y derramamiento de sangre, puede hacer que no llueva y todo suba de precio (ibíd II, 60).
Las disputas traen pobreza. Y evitan que la gente se cure. La paz trae curación y prosperidad al mundo
Cuando los hombres abusan del honor de Dios, eso produce faccionalismo (ibíd II, 71)
El mundo entero está lleno de enfrentamientos. Las naciones se enfrentan las unas a las otras. Cada ciudad tiene sus facciones. Cada familia tiene peleas con los vecinos. Dentro de cada familia, el marido se pelea con su mujer, con los hijos y con los sirvientes. Y así sucesivamente. Nadie se pone a pensar cuál es el objetivo final de este mundo.
Cada día el hombre muere, porque el día que pasó nunca más volverá y cada día que pasa lo acerca más al día de la muerte. ¿Cómo es capaz de desperdiciar el tiempo en peleas? Todo el que tenga un poco de sentido común va a entender esto y obtendrá una larga vida para sí mismo. Que no derroche su vida en peleas, ni grandes ni pequeñas. Que se controle a sí mismo y domine su ira y viva en paz con todos (Sabiduría y Enseñanzas del Rebe Najman de Breslov #77).