Reb Mijel Zlotchover llegó a Koretz para dar una inspiradora conferencia a fin de inspirar a los judíos de aquella ciudad a que mejoraran su comportamiento. Pero su poderoso discurso y sus palabras punzantes causaron fuerte impacto en la gente sencilla que, al ver lo lejos que estaban de una genuina cercanía con Di-s, cayeron en una especie de desesperación colectiva. Reb Pinjas de Koretz también estaba presente en aquella charla. Y cuando Reb Mijel finalizó su discurso, Reb Pinjas le dijo: “¿Por qué los reprendes con tanta dureza? Fíjate: son solamente unas pobres personas que no tienen un centavo y que ni siquiera tienen ropa decente y zapatos normales, pero a pesar de todo, aquí están presentes. ¿Ves el tiempo que hace afuera? Hace un frío congelante, pero a pesar de que tienen los zapatos llenos de agujeros y ni siquiera tienen un abrigo, todos los días salen de sus casas a pesar de que está nevando fuertemente, y vienen a rezar a la sinagoga a la hora indicada.
¿Por qué los reprendes con tanta dureza? Fíjate: son solamente unas pobres personas que no tienen un centavo y que ni siquiera tienen ropa decente y zapatos normales, pero a pesar de todo, aquí están presentes.
En vez de reprenderlos, deberías ir al Arca Sagrada, abrirla y suplicar ante Dios, diciéndole que contemple a Sus preciados y pobres hijos y traiga al Mashíaj para redirmirlos.
Rebe Najman también se refirió a la importancia de dar una reprimenda de la manera correcta. Reb Levi Itzjak Bender dijo: “Muchas personas estuvieron con el Rebe Najman en su último Rosh Hashaná. Dos semanas y media antes de que falleciera, Rebe Najman dio su último discurso. Los jasidim de Breslov llaman a esta lección “el testamento y la última voluntad del Rebe”, y aprendieron lecciones prácticas cruciales sobre como interactuar con las demás personas.
Debemos tener mucho cuidado de amar al prójimo y de nunca insultar a otra persona. Incluso si vemos que hay personas que están haciendo cosas malas, debemos asegurarnos de que nunca los reprendamos de manera tal que los tiremos abajo y les resulte más difícil mejorar. En lugar de eso, debemos hablarles de una manera tal que los eleve y les demuestra que están muy encima de esa clase de comportamiento”. Alguien preguntó en voz alta: “Pero ¿cómo podemos aprender cuándo y cómo reprender de la forma debida?”.
Reb Levi Itzjak le dio una respuesta muy clara. “La respuesta más simple y a la vez más compleja es: rezar. Pídele a Di-s que te ayude a entender cuándo reprender y cuándo quedarte callado. Incluso si te parece evidente que debes reprender a tu prójimo, ruégale al Todopoderoso que te muestre la manera y el momento apropiados para decir lo que tengas que decir, y entonces tus palabras realmente serán una crítica constructiva”.
Basado en Síaj Sarfei Kodesh III