Anhelar al Creador

“¿Adónde estoy yendo?” “¿Para qué estoy acá?”, nos preguntamos una y otra vez.

Existen momentos en la vida en que las distintas capas del universo son tan delgadas y tan numerosas que incluso cuando creemos que todo está conectado a una misma raíz, a una misma fuente, perdemos la capacidad de ver esto con claridad y entonces caemos en momentos en los que el escepticismo se apodera de nosotros – nos vemos acosados por la duda y la depresión.

“¿Dónde está Dios?” nos preguntamos, mientras el ruido de la modernidad y la oscuridad de la desesperación nos dominan por completo.

En el silencio de la noche y la vacuidad de las profundidades internas, comenzamos a anhelar esa conciencia que todos hemos tenido por lo menos una vez en la vida.

“¿Adónde estoy yendo?” “¿Para qué estoy acá?”, nos preguntamos una y otra vez.

Y entonces gritamos: “¡Aié! ¡¿Dónde estás?!”.

Y cuando empezamos a darnos cuenta de que el Creador por el cual tanto anhelamos en realidad no está tan lejos, entonces emprendemos el camino de retorno

El Rebe Najman nos enseña que incluso cuando sentimos que estamos solos y que Dios está lejos de nosotros, lo más importante es nuestro anhelo de estar cerca de Él. Ese anhelo de retornar a nuestro yo más auténtico es el propósito por el cual Hashem nos ha alejado de Él. Cuando cultivamos este deseo, podemos realmente labrar un sendero dentro de nosotros mismos que nos conduce de retorno a Hashem. Y cuando empezamos a darnos cuenta de que el Creador por el cual tanto anhelamos en realidad no está tan lejos, entonces emprendemos el camino de retorno a través de las capas de realidad que hicieron tanto por encubrir nuestra conciencia.

Por medio del anhelo, estas capas se van cayendo como si fuesen una nada, revelando entonces al Creador, allí donde siempre ha estado: aquí, junto a nosotros.

 

Basado en Likutey Moharán Tiniana 12