Algo estás haciendo bien – Vaietze

כסלו – חודש העצות והתרת הספקות!

¿Alguna vez has mirado un objeto y has sido incapaz de discernir lo que era, sólo para darte cuenta de que en realidad estaba al revés? No sólo nos suceden tales ocurrencias ópticamente, sino que también hay experiencias espirituales a las que nos enfrentamos constantemente y que nos confunden tanto que nos percibimos a nosotros mismos de manera completamente opuesta a la realidad.

 

Rebe Najman enseñó que cuando una persona se eleva de un nivel a otro, debe pasar por ilusiones para alcanzar la santidad. En cuanto asciende a un nivel superior, debe enfrentarse a las fuerzas malignas de ese nivel. Cuando estas fuerzas se despiertan, rodean a la persona, desafiándola con pensamientos y deseos malos o negativos. De esta manera, se confunde pensando que ha caído y que no es digno de este nivel superior (ver Likutey Moharan I:25).

Rebe Najman enseñó que cuando una persona se eleva de un nivel a otro, debe pasar por ilusiones para alcanzar la santidad

¿Recuerdas cuántas veces invertiste una tremenda energía, mucha plegaria y dedicación para mejorarte a ti mismo? Tal vez decidiste que por fin vas a concentrarte realmente durante los rezos, o tal vez que vas a purificar tu mente de pensamientos ilícitos, o que vas a dejar de mirar cosas prohibidas. Y, sin embargo, al poco tiempo, tras un cambio inicial ascendente, te parece que tienes más problemas que nunca en estas mismas áreas. A continuación, te asustas y gritas lleno de frustración y desesperación: “¡¿Qué demonios me está pasando?!”.

 

Sin embargo, Rebe Najman dice que estás viendo las cosas al revés. En el mundo espiritual, cada persona está alineada una debajo de la otra. Debido a que nos hemos elevado, también empujamos hacia arriba a la persona anterior y a su fuerza de santidad, que había sometido a las fuerzas del mal a su nivel. Ahora debemos trabajar para someter estas fuerzas de nuevo en nuestro nuevo nivel. Nuestra aparente caída es en realidad una señal de que estamos creciendo. En lugar de desesperarnos, debemos sentirnos tremendamente animados por los desafíos y los reveses temporales.

אם רק היינו יודעים לנווט בשביל הרוחני

Esto es exactamente lo que experimentó Jacob en nuestra parashá. “Jacob partió de Beersheva y fue a Jarán” (Génesis 28:10). Según la Cábala, Beer Sheva (literalmente, “Pozo de los Siete”) representa el nivel de las siete sefirot inferiores. La grandeza espiritual de una persona está determinada por la cantidad de recompensas que recibe de las siete sefirot de su nivel. Jacob dejaba su lugar para ascender a un lugar de mayor recompensa.

 

Pero para llegar a este lugar, Jacob tuvo que enfrentarse a JaRaN (que es similar a JaRoN af, la ira Divina), lo que significa las ilusiones a las que uno se enfrenta antes de alcanzar su meta. La característica de la ira o el juicio de Dios desafía a una persona que quiere más, para demostrar que es digna de ello. Jacob entendió esto y se fortaleció con el conocimiento de que este es el camino a la santidad. Por eso la Torá dice: “Se acercó al lugar” (ibíd. 28:11). “El lugar” se refiere a Dios, que es llamado “el Lugar del mundo”. Jacob se acercaba ahora a Dios.

 

“Se alojó allí porque se había puesto el sol” (ibíd). La puesta del sol representa una pérdida de percepción espiritual. La luz espiritual que había iluminado la vida de Jacob en su nivel anterior había desaparecido. Entonces él soñó con una escalera con ángeles que subían y bajaban, aludiendo a la misión del hombre en este mundo: ascender de un nivel a otro y no permitir que los obstáculos lo desvíen. Entonces Jacob se despertó y dijo: “¡Qué impresionante es este lugar! Debe ser la Casa de Dios, y esta es la puerta del Cielo”. (ibíd. 28:17). Aunque hace unos momentos todo parecía oscuro y sin esperanza mientras las ilusiones trataban de convencerlo de que había caído, ¡ahora se despertó y descubrió que ese lugar era en realidad el sitio del Templo Sagrado!

 

Que nosotros también tengamos la fortaleza interior y la valentía de ver más allá de las falsas ilusiones de esta vida y merezcamos llegar al lugar del Templo Sagrado muy pronto. ¡Amén!

 

Basado en Likutey Halajot, Hiljot Mataná 4