A mí me encanta estudiar la Torá; me reanima y me ilumina la vida. Pero hay momentos en los que no puedo estudiar, ya sea porque tengo la mente ocupada, o porque las circunstancias no me lo permiten.
Y entonces surge la pregunta: ¿De dónde saco mi vitalidad espiritual entonces durante esos momentos en los que no estoy estudiando la Torá en forma activa?
Pues bien: en esos momentos en que no estudio la Torá, extraigo mi vitalidad de la Torá oculta que le da ánimo a toda la Creación.
A mí me encanta estudiar la Torá; me reanima y me ilumina la vida. Pero hay momentos en los que no puedo estudiar, ya sea porque tengo la mente ocupada, o porque las circunstancias no me lo permiten.
Y entonces surge la pregunta: ¿De dónde saco mi vitalidad espiritual entonces durante esos momentos?
¿Qué ocurrió realmente durante la Creación?
Dios creó el universo con diez pronunciamientos, paralelos a los diez pronunciamientos que tuvieron lugar en la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Hay una verdad y una comunicación Divinas -la Torá- en el corazón de toda la realidad, y es esa Torá la que me reanima en esos momentos en los que estoy demasiado ocupada siendo simplemente una “persona normal”.