El hombre de Yom Kipur

Reb Noson dijo una vez: “Toda la esencia del Rebe Najman es Rosh HaShaná. La mía es Yom Kipur”.

 

Toda la misión de Reb Noson era demostrar que el hombre siempre puede regresar a Dios, independientemente de lo que haya hecho, sin importar cuánto haya pecado. Esta era la misión que el Rebe Najman le había planteado pocos días después de su primer encuentro: convertirse en el “punto inferior” de la letra alef, para llevar vida, vitalidad y fe a todos los niveles inferiores. Incluso cuando se fue de este mundo, el Reb Noson era perfectamente consciente de su misión, repitiendo una y otra vez: “Janún ha-marbé lisloaj” – El Compasivo que perdona abundantemente” (de las bendiciones de Shemoná Esré). Hay esperanza para todos: ¡Dios siempre perdona! Siempre.

Toda la misión de Reb Noson era demostrar que el hombre siempre puede regresar a Dios, independientemente de lo que haya hecho, sin importar cuánto haya pecado.

El arrepentimiento y el perdón para todo Israel eran la esencia misma del Reb Noson. Las letras de las palabras Janún ha-marbé lisloaj tienen el valor numérico de 500, el mismo que el de las letras de NoSoN.

 

Reb Noson falleció justo antes de Shabbat el 20 de diciembre de 1844. Tenía 64 años y 11 meses, y estuvo totalmente apegado a Dios hasta el final.

Eran los días anteriores a la invención del telégrafo, y era imposible transmitir la noticia de su fallecimiento a cualquier lugar sino hasta después de Shabat. Aun así, ese viernes a la noche, su amigo Reb Naftali, que estaba en Uman, ya sabía que Reb Noson ya no estaba en este mundo. Cuando le preguntaron cómo lo sabía, Reb Naftali respondió:

 

“Tuve un sueño en el que vi a Reb Noson corriendo rápidamente. Le grité: ‘¡Reb Noson! ¿Adónde vas corriendo?’ ‘¿Yo?’, dijo. ‘¡Directo al Rebe!’“.

 

A Través del Fuego y del Agua: La Vida de Reb Noson de Breslov